17 nov 2008

Haciendo el cuento





Amada mia:


Siempre quise cantar bien, para así decirte lo que
siento sin que ninguna com me obligue a tomar aire
o que algún signo me fuerze a cambiar el tono a mis
sentimientos.
Pero no soy bueno cantando, y es la verdad.
Las palagras del corazón escritas son siempre
un deber ser que racionaliza la pasión, la mía en especial.
El rebusque anula el mensaje, lo diluye en incoherencias
que sólo tienen sentido para un entendido de las palabras
y no para uno del amor. Jamás debí escribirte esto, porque
acusa de probre amante, de calculador y de tibio, pero el
poner en papel hace verdad algo que cantado seria
rima de otras estrofas.

Por las noches atino a soñar un mundo donde tu
puedas imaginar que mis voces plasmadas forman
parte de esa trova que tanto te hace falta escuchar:
Herido en mi orgullo adánico debo decir que
si mi ruego perdura, significa que las noches se han hecho
más largas y mis días minúsculos.

Y la contrariedad es que muero por vos, pero no vivo para vos.
Si llega es día sabrá que debo partir en busca de la mujer, que
cuando recite mis palabras para sí, se imagine que estas forman parte de la mejor letra que haya
escuchado de la boca de un hombre...
Hasta ese día... A. P
... Siempre, tuyo

No hay comentarios:

Publicar un comentario